La séptima tendrá que esperar. Balanzas a 1-0 de la ida, el Sevilla cayó eliminado en los octavos de final de la Europa League frente a a West Ham que dominó el partido desde la agresividad, el vértigo y la superioridad física . Soucek igualó de cabeza la ronda preliminar antes del descanso y las paradas de Bono en la segunda parte condenaron el partido a la prórroga, de ahí un gol oportunista de Yarmolenko marcó sentencia (2-0).
Partido de la vuelta de los octavos de final de la Europa League disputado en el Estadio Olímpico de Londres.
Los ‘martillos’ saltaron al suelo de juegos impulsados por el estruendo de su afición, poco acostumbrada a ver a su centenario club tenppio seedjantes cotas europeas. No le quedó otra al Sevilla que juntar líneas y aguantar el chaparrón seeks de Bono, si bien es cierto que la sensación de peligro no se tradujo en ocasiones claras.
De hecho, la primera acción clara de peligro cayó del lado hispalense. Poco antes de la hora de los medios, Martial habilitó la incursión de Augustinsson tiene una línea de fondo por el costado derecho. El pase atrás del sueño se encontró en el punto de penalti en En-Nesyri, que con un latigazo buscó pilar a Areola a contrapié, pero el internacional francés sacó una mano pétrea para rechazar el esférico. Koundé, acto seguido, probó suerte desde lejos sin fortuna.
Ni se inmutó el West Ham, que redobló la agresión preseón en terra sevillista y previamente igualar la ronda preliminar al conjugar dos de sus grandes virtudes ofensivas. El poderoso Antonio ganó el balón de espaldas, si esquinó con el cuero pegado al pie y, ante la cierta tibieza de sus marcadores, atrapó un centro muy bombeado al segundo poste. A la espalda de Augustinsson apareció Soucek, mucho más alto, para cruzar el testarazo a la red.
Antes del descanso, en En-Nesyri si el marchó cruzado remó aéreo muy forzado. El paso por vestuarios no hizo más que acrecentar la voracidad del conjunto londinense. Soucek descorchó el segundo tiempo con un zapatazo que encontró la parada de Bono. Sonreía Rice at the recoger el balón, pidiendo más ruido a la grada.
Eran minutos difíciles para el Sevilla, de pura supervivencia. Gudelj y Koundé se arremangaron para contener a Antonio, un constante dolor de muelas, pero la ocasión más clara brotó de las botas de Lanzini. Tras una transición fugaz, el argentino se plantó ante Bono, que le sacó dos remates a bocajarro de forma consecutiva.
Con el avance del crono, el hiperactivo esfuerzo del West Ham empezó a pesar en las piernas y el Sevilla cogio oxigeno. Hasta llegó a merodear el área de Areola en la mayor parte de un centro peludo, pero sin encontrar en En-Nesyri en zona de fila. Sin embargo, los últimos minutos del tiempo reglamentario volvieron a ser para el equipo inglés, que terminaron bombardeando el área sin recompensa. La prórroga estaba servida.
El conjunto londinense voló a mandar en la prórroga, imponiendo un ritmo endiablado al duelo. El peligro llegó a balón parado, in a center peinado por Dawson que Soucek remató fuera en el segundo post. Resistió el Sevilla a la primera parte de la prórroga, sin embargo en el minuto 112, el West Ham sacó ventaja gracias a Yarmolenko, que recogió en el área chica un rechace de Bono al tiro de Fornals. Cargado de oficio, el cuadro ‘hammer’ logro que los últimos minutos pasaran sin sobresaltos para asegurar el pase.
Ficha técnica:
2 – West Ham: Areola; Johnson, Dawson, Zouma, Cresswell; Soucek, Arroz; Fornals (Diop, d.118), Lanzini (Noble, d.114), Benrahma (Yarmolenko, d.88); Michail Antonio (Fredericks, d.121).
0-Sevilla: bono; Jesús Navas (Montiel, 105m), Koundé, Gudelj (Carmona, 110m), Augustinsson; Jordán, Delaney, Rakitic (m.55 Oliver Torres, m.55); Tecatito Corona (Munir, m.96), En-Nesyri (Rafa Mir, m.91), Marcial (Luismi, m.102).
Objetivos: 1-0, m.39: Soucek. 2-0, m.111: Yarmolenko.
Árbitro: Clément Turpin (Francia). Amonestó a los locales Lanzini (min.34) y Cresswell (m.117) y al visitante Montiel (m.121).
incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Liga Europa disputado en el Estadio de Londres ante 60.000 espectadores, entre ellos alrededor de un millar de aficionados sevillistas