Consejo editorial. Convertido a una unidad de referencia para COVID-19 en Hospital Universitario Valme, el séptimo piso a la izquierda de Medicina Interna alberga un crisol de emociones vinculadas a los casi dos años de la pandemia. Con la llegada de la Navidad, sus profesionales han querido simbolizan el vivo recuerdo de aquellos pacientes que pasaron por sus manos y hoy estoy en sus corazones a través de un árbol lleno de sentimientos.
Efectivamente, la 7ª planta a la izquierda del hospital sevillano luce este año con un adornos especiales, llenos de simbolismo y emociones que sus profesionales han dirigido hacia las ausencias de quienes no han logrado superar la enfermedad y aplausos con quienes han despedido a quienes han logrado volver a casa.

Este homenaje surgió en la enfermería de este establecimiento hospitalario a cargo de su supervisora, Natalia Herrera. La forma de materializarlo fue a través de un Árbol de Navidad que contiene historias humanas.. Una representación compuesta por 60 pacientes clavados en cada una de las oleadas de covid, algunos como nombres anónimos y otros seleccionados a partir de la impronta que les brinda su empatía, edad, tiempo de hospitalización….
La originalidad y simbolismo de la iniciativa hacen que cada decoración del árbol de Navidad se identifique con el nombre de un paciente covid ingresado en esta unidad de hospitalización y su número de habitación. De esta manera, y segundo Natalia Herrera: «cada estrella es un homenaje a cada historia de covid».


Esta supervisora de enfermería destaca ser una sala de hospital con muchas emociones: «Nunca olvidaré a la primera ola de pacientes de un hogar de ancianos con esos ojos azules». Sin embargo, dice Natalia, «lo más positivo de la pandemia fue el fortalecimiento de las relaciones humanas con la máxima cohesión del grupo de trabajo al compartir momentos muy duros».
La decoración creada participó en el V Concurso de Belén y Adorno de Navidad del Área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, situándose entre las tres propuestas ganadoras. Y precisamente esta iniciativa, destinada a ser un homenaje a los pacientes, ha recibido la retroalimentación de los pacientes y sus familiares hacia los propios trabajadores sanitarios. En redes sociales han dedicado palabras de agradecimiento a estos profesionales que se califican como «ángeles de la dulzura y el placer» y un «equipo con corazones brillantes y lleno de humanidad», además de destacar la iniciativa de decoración llamándola «árbol regado con amor infinito «. «.
Según Natalia Herrera, “la profundidad humana de este pequeño homenaje a los pacientes coviditos que han pasado por nuestro establecimiento tuvo su máximo exponente cuando ellos o sus familiares vinieron, en nombre de los que no pueden regresar, a buscar su estrella en el Árbol. de Navidad de Medicina Interna del Hospital Universitario Valme «.
