Un catering en apariencia ideal, todo amabilidad y buenos precios con referencias de contactos que habían recibido un servicio anterior. Un grupo de amigos de Málaga the tenía todo preparado para disfrutar de la última Romería del Rocío con normalidad, en su casa y con el servicio que había contratado para que no les faltase de nada. Había anticipado mediante pagos para gastos previos unos 3.600 euros a la persona contratada para el suministro de comida y bebida durante todos los días de estancia en la aldea. La última conversación con absoluta normalidad fue el domingo anterior a la. Todo estaba bien. Al menos eso es lo que pensaban.

La realidad fue muy diferente. El grupo de rocieros de Málaga si encontraste el miércoles al llegar a su casa alquilada en El Rocío que no había comida, bebida ni noticias de JRPM, la persona contratada para el catering de la Romería. El compromiso fue por los cinco días de fiestas, con un anticipo de 3.600 euros en varias páginas y un pago final en la liquidación de un mil más. Sin noticias, uno de los inquilinos de la vida decidió el jueves «colocar un aviso en Facebook porque en un primer momento pensamos que la podia haber pasado algo». Ante la falta de noticias decidiré «Presentaré una denuncia en la Guardia Civil». Precisamente ante la presencia de los agentes si producido por el Esperado contacto: “Nos envió un audio con lastimosa voz en la que nos decía que había tenido un accidente, que se había roto una pierna”. Uno de los agentes decidió mantener una estrecha conversación con ella por información que derivaba de divagaciones incongruencias tras las cuales «nos dijo que mentía» y si interponía la denuncia.

Posteriormente, según explican los denunciantes, hubo un contacto «con familiares suyos que nos dijeron nos devolvería el dinero entre el lunes y el martes siguiente». De nuevo no hubo más noticias. El último contacto de los denunciantes con la acusada de quedarse con el dinero fue claro: «Nos dijo que si no borrábamos los mensajes en Facebook no nos devolvía un euro». Este grupo de amigos de Málaga asegura además que «sabemos que hay al menos otras tres casas más en la misma situación que nosotros».