Armani Exchange Milán 73 Real Madrid 75
Liderados por Yabusele, los blancos dominaron 12 minutos a falta de cinco minutos. En un epílogo plagado de fallas y errores arbitrales, Delaney disfruta de un triple por el triunfo de Armani
Él tuvo Delaney triple para ganar un partido que apenas un momento antes del Real Madrid parecía haber terminado. Una batalla loca en el Mediolanum, con errores inexplicables, una insólita y un gran arbitraje Devolverlo. Pese a las dificultades, el cierre de una excelente primera ronda de la Euroliga para los bianconeri. [73-75: Narracin y estadsticas]
Porque no es una victoria cualquiera. Milán ha sido durante mucho tiempo una gran plaza con este proyecto Messina Volvamos a la Final Four, esta temporada un pequeño paso aún más sólido. Porque sin Pablo Laso ni Heurtel (covid) la rotación sufre en doble semana (todavía no Abalde, Alocn y Thompkins). Porque todavía eligió la daga del Bara y porque Armani solo había sucumbido en casa ante el Olympiacos. Sobre todo y al final con el agua al cuello, el Real Madrid sobrevoló Chus Mateo, de los triples, de un poderoso Yabusele.
A falta de las 5:30, un contraataque culminó desde rodillo parecía terminar (55-67). Armani estaba destrozado, Madrid triunfante. Pero esta vez le vino lo heroico, con demasiados errores en los tiros libres. Hasta tal punto que un triple Datome Lo exprimí todo y Delaney tuvo una oportunidad que nadie podría haber soñado.
Yabusele había sido el hombre clave, lo duda hasta última hora. Su poder fue logrado por los ganadores habituales. Llull y Rudy, más los triples (13, cuatro de Conversador) parecía demasiado para Armani a pesar de los esfuerzos de Chacho y Escudos de Shavon. Entonces Tavares, rey del martes ante el Alba, abandonó el partido demasiado pronto, envuelto una vez más en las protestas, aunque con razón anoche.
Fue en el segundo cuarto cuando se dispararon todas las expectativas de los bianconeri, que habían arrancado con sus dos torres a modo de quinteto como gran novedad. Toda la inercia italiana se detuvo cuando Yabusele empezó a marcar con su repertorio habitual. Los franceses suman 11 puntos, aún lesionados por la mala noche ante mirótico en Palau la semana pasada, cojeando físicamente. Y en el Real Madrid le disparó con un 2-14 que solo Shields cortó en la bocina. El Armani se quedó en ocho lugares, con una placa inesperada.
Y volvió furioso, aumentando la presión en el campo. El duelo, que reunió a algunos de los hombres más talentosos del continente en Mediolanum, se convirtió en una batalla encarnizada. Y el Madrid fue sancionado cuando un Melli Se convirtió en falta en el ataque de Tavares -más técnico, que era el cuarto del gigante- y luego ignoraron un codazo de Hines a Poirier.
Pero en ese barro, el Madrid resistió con triples puntos. Dos de Causeur, Rudy y Llull al cuerno del tercer acto para seguir manteniendo la ventaja y el aire. Y de nuevo el Llull mortal en el epílogo, en esa estupenda rutina que ha tomado ahora que se le puede definir como un veterano, la de solucionar los agravios.
Sin brillantez, a lo mucho trabajo, con la máxima tenacidad mental y física y pese a los problemas finales sin precedentes, el Madrid sigue ganando, liderando la ACB y detrás del Barça en la Euroliga.
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