Tal día como hoy del año 1924, hace 98 años, cayó una intensa nevada sobre la ciudad de Barcelona que varias víctimas mortales y dejaron la ciudad incomunicada, sin suministro eléctrico y, prácticamente, sin transporte público. Según la prensa de la época (La Vanguardia, edición del 28/02/1924); la nevada empezó a las cuatro de la madrugada; acto seguido de una tormenta de agua; y en pocas horas se logro un grosor de nieve que oscilaba entre los cincuenta centimetros de espesor en la parte baja de la ciudad y los nueve centímetros en la parte superior.
La misma prensa relata que las comunicaciones telefonicas y telegraficas permanecieron interrumpidas durante mas de veinticuatro horas. Y el alcalde de la ciudad, el militar Álvarez de la Campa (nombrado a dedo por el gobierno dictatorial de Primo de Rivera); posiblemente cortar el suministro eléctrico con el peregrino excusa que el peso de la nieve podría hundir los cables de la línea y provocar varios incendios. Siga la prensa de los días sucesivos, el suministro eléctrico no se restableció hasta pasadas cuarenta y ocho horas.
También durante la jornada de la gran nevada (miércoles 27 de febrero) y durante los dos días siguientes (jueves 28 y viernes 29), quedaron interrumpidos el servicio de tram y de metro. Según la misma prensa, los trabajadores que se desplazaban desde la corona de la ciudad en el centro, lo tenían que hacer con los pocos Autobuses que seguían el servicio, y que iban tan repletos que representaban un grave peligro para los usuarios. Y se relata, también, que los trabajadores no pudieron hacer uso de aquel servicio, se trasladaban a sus puestos de trabajo formando largas caravanas de peatones.
Aquella intensa nevada provocó varias víctimas mortales. Pero la prensa de la época destacaba la de la portera de la finca de la calle Aribau, 15; Postura de Clara Barillo, de 26 años, viuda; que habia muerta aplastada por una claraboya situado en el techo de la vivienda que ocupaba, que habia cedido por el peso de la nieve. Durante la jornada de la gran nevada y los días inmediatamente posteriores si producen un número indeterminado de muertes causadas por el intenso frío, por las caídas provocadas por la nieve helada, por desprendimientos en obras y por atropellos.